Jurado del Condado de Cook otorga $75.8 millones a niña que que sufrió daño cerebral y lesiones físicas al nacer

Housen Trial Team - Matthew Williams, Patrick A. Salvi II, Heidi L. Wickstrom

CHICAGO (26 de febrero de 2024) – Un jurado del Condado de Cook ha otorgado $75,859,000 a una niña que sufrió una lesión cerebral y graves lesiones físicas al nacer, misma que necesitará atención médica de por vida. La demandante fue representada por Matthew L. Williams, Patrick A. Salvi II y Heidi L. Wickstrom de Salvi, Schostok & Pritchard P.C.

El 12 de febrero de 2018, Tanita Housen, de 37 años, llegó al Hospital de la Universidad de Chicago para dar a luz a mellizos. Antes de su llegada, todas las ecografías, pruebas prenatales, visitas médicas y evaluaciones de ambos bebés indicaban que estaban sanos y sin señales de sufrimiento fetal.

A las 5:35 p.m. del 13 de febrero, Tanita dio a luz a un niño, Nasir, sin problemas ni complicaciones. Después de su nacimiento, la segunda bebé, Hannah, aún se encontraba en buen estado, con la cabeza hacia abajo y flotando, lo que significaba que aún no se había encajado en la pelvis. Los médicos que atendían el parto, incluida una residente de cuarto año y su médica supervisora, la Dra. Perpetua Goodall, decidieron intentar girar al bebé de posición cefálica a podálica, es decir, de cabeza hacia abajo a pies primero. Mientras la residente intentaba girar a Hannah, los registros médicos indicaban que la madre presentaba “dolor significativo y gritaba”, a pesar de haber recibido medicación para el dolor.

Varios minutos después del inicio del procedimiento, se hizo evidente que la residente tenía dificultades para realizar el parto, por lo que la médica supervisora tomó el control. Al realizar un examen cervical, la doctora descubrió que la residente no estaba tirando de un pie, sino aplicando fuerza sobre la mano de Hannah. La médica supervisora intentó entonces completar el parto, pero en el proceso causó una fractura en el brazo de Hannah. Finalmente, Hannah nació 13 minutos después que su hermano Nasir.

Cuando nació, Hannah estaba cianótica y en estado de shock, con mala perfusión y sin la capacidad de respirar por sí misma. Requirió reanimación extensa, incluida intubación, para poder respirar. Fue trasladada a la unidad de cuidados intensivos neonatales con hipoxia. Alrededor de las 11 p.m., se le realizó una tomografía computarizada que mostró un sangrado extenso en el cerebro. Al día siguiente, se le practicó una cirugía de emergencia para remover parte del tejido cerebral cuando otro escaneo reveló que las hemorragias estaban empeorando y alterando su estado neurológico. Un examen posterior mostró que una de las hemorragias nuevamente había empeorado, lo que obligó a realizar otra cirugía, todo dentro de las primeras 24 horas de vida.

Hannah permaneció algo más de dos meses en el hospital. Durante ese tiempo, también fue diagnosticada con lesiones graves en los nervios del plexo braquial a nivel C5 y C6, así como en C8 y T1, fracturas de hombro y lesiones cerebrales permanentes como resultado del trauma y la hipoxia sufridos al nacer. Actualmente, su brazo izquierdo es prácticamente no funcional, necesita férulas para caminar y sus habilidades académicas y cognitivas se encuentran muy por debajo del promedio.

Los demandantes alegaron que los obstetras actuaron con negligencia al intentar girar a Hannah cuando no existía ninguna indicación para hacerlo, que la residente no fue supervisada adecuadamente y que se aplicó fuerza excesiva.

“Al intentar girar a Hannah de cefálica a podálica, y además al no realizar esa maniobra con el debido cuidado, se la expuso a lesiones y daños innecesarios que se habrían evitado si la madre hubiera empujado a Hannah de la misma forma en que lo hizo con su hermano Nasir. Como resultado, Hannah sufrió una lesión grave en los nervios del plexo braquial y daño cerebral permanente en varias áreas que afectarán todos los aspectos de su vida en adelante. La brecha entre Hannah, su hermano y sus compañeros solo crecerá y se hará más evidente con el tiempo”, declaró el abogado de la demandante, Matthew L. Williams.

Durante el juicio, que comenzó el 6 de febrero de 2024 ante el Honorable Brendan A. O’Brien, los demandados disputaron la cronología, la serie de eventos que llevaron a las lesiones de Hannah y la magnitud de las mismas. Los demandados afirmaron que era apropiado intentar girar a Hannah, que la maniobra se realizó de manera razonable y que la lesión cerebral se debió a una disminución del flujo sanguíneo causada por una hemorragia feto-materna, no relacionada con trauma e hipoxia al nacer.

El 26 de febrero, un jurado del Condado de Cook otorgó a Hannah $75,859,000 por su dolor y sufrimiento pasados y futuros, pérdida pasada y futura de una vida normal, gastos médicos pasados y futuros, angustia emocional pasada y futura, desfiguración y pérdida futura de ingresos.

“La familia Housen ha soportado muchísimo dolor y sufrimiento en los últimos seis años. Estamos agradecidos de que el jurado haya reconocido la gravedad de las lesiones físicas y mentales de Hannah y le haya otorgado la posibilidad de recibir monitoreo las 24 horas y atención médica personalizada por el resto de su vida, algo que necesita y merece plenamente”, expresó el abogado de la demandante Patrick A. Salvi II.

Los demandados fueron representados por Marilee W. Clausing, Katherine L. Dzik y Matthew J. Kaminski de Hall Prangle & Schoonveld, LLC.
Para más información, por favor comuníquese con Marcie Mangan al (877) 568-9745 o mmangan@salvilaw.com

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Caso No.: 19 L 1132 [Housen v. The University of Chicago, Hospitals, et al.]