¿Cómo buscar compensación en un caso de error en la aplicación de anestesia?

Chicago Anesthesia Errors Lawyer

Al someterse a una cirugía, el papel de un anestesiólogo juega un papel vital, pues es responsable tanto de su administración como del monitoreo de los signos vitales del paciente. Sin embargo, un error en la aplicación de anestesia puede causar un desenlace fatal, o dejar secuelas permanentes tanto físicas como emocionales para usted o su ser querido.

Cuando una persona ingresa a una cirugía, confía plenamente en que el equipo médico actuará con precisión y cuidado. Por ello, cuando existe un caso de mala praxis, es importante actuar de manera inmediata.

En Salvi, Schostok & Pritchard P.C., nuestros abogados con experiencia en negligencias médicas en Chicago han ayudado a miles de víctimas y a sus familias a obtener justicia tras sufrir las consecuencias de errores médicos graves. Sabemos que no se puede cambiar lo que pasó, pero tiene derecho a buscar una compensación justa si usted o un ser querido ha sido afectado por un mal procedimiento.

En este artículo resolvemos las preguntas más frecuentes que sabemos que usted puede tener cuando atraviesan una situación como esta y le orientamos sobre qué hacer si sospecha de una negligencia en su caso.

¿Cuáles son los errores más comunes en la anestesia?

Según un estudio del National Library of Medicine, la incorrecta aplicación de la anestesia puede desatar graves consecuencias para el paciente. Estas equivocaciones pueden ocurrir desde la evaluación preoperatoria hasta el monitoreo durante la cirugía y el periodo postoperatorio. Algunos errores graves son:

  • Sustitución de medicamentos (drug swaps): un error muy documentado consiste en intercambiar fármacos, por ejemplo, administrar suxametonio en lugar de anestésico o antibiótico. Estas confusiones pueden derivar en reacciones adversas inesperadas o falta del efecto anestésico esperado.
  • Dosis incorrectas: otro tipo frecuente de error es la administración de dosis equivocadas, tanto subdosificación como sobredosis pueden causar daños severos, desde conciencia intraoperatoria hasta insuficiencia respiratoria o cardíaca.
  • Mala identificación o etiquetado: los procedimientos pueden empeorar cuando no se verifica correctamente el envase o la etiqueta del medicamento. Esto puede llevar a que se administre el fármaco incorrecto, especialmente si no hay doble comprobación o protocolos de control riguroso.
  • Falta de monitoreo adecuado: durante la cirugía, la supervisión continua de signos vitales es de suma importancia. Una vigilancia inadecuada impide detectar en tiempo real una reacción adversa o desfase en la dosificación. En estas situaciones, la aplicación de anestesia no se corrige a tiempo, lo que agrava el problema considerablemente.
  • Comunicación deficiente entre equipo médico: la coordinación entre anestesiólogos, enfermeras y cirujanos es clave. La falta de comunicación sobre cambios en la condición del paciente o en el plan quirúrgico puede originar errores evitables.

Como hemos mencionado, estos errores en la aplicación de anestesia no siempre son accidentales. En muchas ocasiones, se deben a negligencia médica, falta de protocolos, fatiga o exceso de carga laboral del personal sanitario.

¿Cuáles son las consecuencias de una anestesia mal aplicada?

Las secuelas pueden variar según la gravedad del error y el estado de salud del paciente. Sin embargo, es importante que usted conozca cuáles son algunas secuelas normales y cuáles son causadas por una negligencia.

Secuelas esperables o comunes

Tras una intervención quirúrgica, algunas reacciones suelen ser temporales y frecuentes tras una anestesia general:

  • Náuseas y vómitos postoperatorios (PONV): afectan entre 25% y hasta el 70% en pacientes de alto riesgo; suelen resolverse en pocas horas con tratamiento adecuado.
  • Escalofríos, temblores e hipotermia: al despertar, especialmente si no se mantuvo la temperatura corporal durante la cirugía.
  • Dolor muscular o de garganta: es común tras el uso de relajantes o tuboscopio traqueal, y por inmovilización prolongada.
  • Somnolencia, confusión leve y tendencia al desorientamiento: especialmente en adultos mayores o pacientes con polifarmacia.

Secuelas anormales o graves

Si, por el contrario, usted o un ser querido no experimenta las secuelas antes mencionadas, entonces estas complicaciones deben ser investigadas si persisten o aparecen tras una anestesia:

  • Delirio postoperatorio o disfunción cognitiva prolongada: confusión intensa, deterioro de memoria, especialmente en pacientes mayores, que pueden durar varios días o semanas.
  • Conciencia intraoperatoria (anesthesia awareness): situación en que el paciente recupera conciencia parcial y puede recordar sonidos o dolor mientras estaba paralizado. Es una situación rara, pero traumática y puede desencadenar PTSD. (Post-Traumatic Stress Disorder)
  • Disfunción residual muscular o bloqueo neuromuscular incompleto: debilidad respiratoria o riesgo de aspiración si no se revierte correctamente el bloqueador muscular, con una incidencia cercana al 40% en algunos estudios.
  • Complicaciones respiratorias graves: como hipoxemia, broncoespasmo o aspiración pulmonar, cuando no se monitorean adecuadamente las vías aéreas.
  • Hipertermia maligna: reacción genética grave a ciertos anestésicos que causa fiebre extrema y contracciones musculares, potencialmente fatal si no se trata de inmediato.
    Reacciones cardíacas severas o arritmias, incluyendo colapso cardiovascular, más probables si ocurre toxicidad por anestésico local (en bloqueos) o sobredosis inadvertida

¿Por qué es útil para usted distinguir entre secuelas normales y anormales? Al reconocer las diferencias entre los efectos esperados y los signos de complicaciones puede brindarle tranquilidad si lo que experimenta entra dentro de lo habitual. Al mismo tiempo, le ayudará a saber identificar síntomas que no deberían presentarse le permite actuar con mayor precisión: podrá describir con claridad lo ocurrido, recabar evidencia desde el inicio y, en caso necesario, iniciar un proceso

¿Cuál es la demanda por mala praxis más común contra un anestesiólogo?

La causa más frecuente de demanda por mala praxis en anestesiología es la administración incorrecta de la dosis de anestesia. Tanto una cantidad insuficiente como una dosis excesiva pueden tener consecuencias graves para el paciente, desde dolor durante el procedimiento hasta complicaciones neurológicas o fallas respiratorias.

Este tipo de error suele ser el resultado de una evaluación inadecuada del estado del paciente, una mala lectura de los signos vitales o un uso incorrecto de los medicamentos anestésicos que anteriormente mencionamos. En cualquiera de estos casos, el anestesiólogo puede ser considerado responsable si no actuó conforme a los estándares médicos establecidos.

Además de la dosificación, otras causas frecuentes de litigio incluyen:

  • La falta de consentimiento informado.
  • La omisión de medidas rápidas ante signos de deterioro.
  • El mal uso de equipos anestésicos.

Por lo tanto, contar con el apoyo de un abogado con experiencia en negligencia médica puede marcar la diferencia entre un reclamo rechazado y una compensación justa.

¿Qué tipo de compensación se puede obtener?

Cada caso es distinto, pero entre las compensaciones más comunes por errores en la aplicación de anestesia se encuentran:

  • Gastos médicos presentes y futuros
  • Pérdida de ingresos o capacidad laboral
  • Dolor y sufrimiento
  • Gastos funerarios en casos de fallecimiento
  • Daños punitivos, si se demuestra una conducta especialmente negligente

En Salvi, Schostok & Pritchard P.C., trabajamos para que usted no tenga que enfrentarse solo a esta situación. Nuestros abogados están comprometidos en representarle con rigor y sensibilidad.

¿Cómo podemos ayudarle?

Sabemos que ninguna compensación podrá borrar lo sucedido, pero sí puede ayudarle a reconstruir su vida con dignidad. Nuestro equipo le brindará orientación personalizada desde la primera consulta y se encargará de reunir pruebas, contactar a expertos médicos y defender su caso frente a hospitales y aseguradoras.
Si usted o un ser querido ha sido víctima de un error en la aplicación de anestesia, no dude en comunicarse con nosotros. En Salvi, Schostok & Pritchard P.C., estamos aquí para que su voz sea escuchada.
Programe una asesoría gratuita hoy mismo. Llame al (312) 372-1227 o complete nuestro formulario en línea. Usted merece respuestas, y nosotros estamos listos para ayudarle a obtenerlas.

Patrick A. Salvi II joined Salvi, Schostok & Pritchard P.C. in 2007 and was named Managing Partner of the Chicago office in 2017. He concentrates his legal practice on cases concerning personal injury, medical malpractice, mass torts, and product liability.